El accidente es objeto de una investigación en curso por parte de la agencia investigadora francesa, Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA).
El 27 de mayo 2011, la BEA publicó una actualización sobre la investigación basada en el análisis de los registradores de vuelo.
Esta ampliación no contiene los datos técnicos precisos, ni la respuesta de los pilotos de cara a la cadena de fallos producidos por la acumulación de agua y hielo en los tubos pitot, unos dispositivos externos encargados de enviar la señal de velocidad aérea a los ordenadores del avión. Ese tema lo abordaremos en profundidad en los próximos días. De momento, esta es la respuesta oficial emitida ayer, 27 de Mayo, por la BEA.