¿Por qué la gente incluso se empeña en hacer promesas, particularmente si sabe que no podrá cumplirlas?
Esta pregunta puede valer millones. Basta con recordar las promesas que hicieron muchos presidentes, y nunca cumplidas. U otras más cercanas, como… te amaré toda mi vida. Al parecer, este mecanismo psicológico de la promesa se desarrolló en los seres humanos – una especie de mamíferos sociales – como medio de fomentar la cooperación basada en la confianza. Pero no todas las promesas son cumplidas. Leer artículo completo>>